lunes, 8 de septiembre de 2008

Érase una vez - La Vanidad

Erase una vez

LA VANIDAD: EL PEOR ENEMIGO
Por Cindy Beristain


Existe muchos relatos sobre esta leyenda griega, pero la más precisa dice que, Narciso era hijo del río y de una ninfa, por lo cual era muy guapo.
Narciso fue creciendo, y se convirtió en un joven extremadamente guapo pero tenia un defecto era demasiado déspota y rechazaba el amor que le ofrecían tanto dioses como humanos, permanecía insensible al cariño de los demás, sólo estaba pendiente de sí mismo. Así pasaron los años y narciso cada día se admiraba más por su belleza, un día caluroso al inclinarse para beber vio su imagen reflejada en las aguas..., y se enamoró perdidamente de su propia figura.
Desde entonces se quedo allí mirando se figura y pasaron días y días hasta que se quedo inmóvil como una estatua, absorto en su propia imagen, donde se dejó consumir por el hambre y la soledad hasta desvanecerse y caer sin vida sobre la hierba.

Esta leyenda ha dado el nombre de narcisismo la cual se califica como esa ingenua vanidad de quienes ante su estética imagen se alimentan de si mismo sin cesar la admiración hacia sí mismos.
Y esta vanidad lleva a creerse algo distinto a lo que uno realmente es nos confunde, ya que el vanidoso piensa que es maravilloso y se siente herido si los demás no lo valoran y lo admiran. El hechizo de la vanidad los hipnotiza y sufren tremendamente cuando regresaban a la realidad.
Su ego se eleva creándoles una falsa realidad, un mundo imaginario en donde sólo la belleza es lo importante, ya que con ella el mundo es rosa y maravilloso, sin pensar que el espejo no lo es todo.
Como dijo Mason Cooley "la vanidad bien alimentada es benévola, una vanidad hambrienta es déspota" incluso el mismo Friedrich Nietzsche escribió "La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo.
El vanidoso por lo regular es calculador y medido, puesto que la vanidad, al ser una fuerza inteligente y poderosa, se camufla en el ser humano, confundiendo su naturaleza. Las personas vanidosas son muy dadas a criticar y murmurar las murmuraciones, sobre todo si se trata de compararse y valorarse con lo de los demás, tanto física como materialmente, humillando o menospreciando sus rivales, ya que ellas se siente superiores.
Su ego se eleva creándoles una falsa realidad, un mundo imaginario en donde sòlo la belleza es lo importante, ya que con ella el mundo es rosa y maravilloso, sin pensar que el espejo no lo es todo.
Lo cual afecta de manera impresionante su vida social, la gente se van alejando de ellas, y poco a poco sienten la soledad, sintiéndose rechazadas, por lo cual se envuelven en problemas como: drogadicción, bulimia, anorexia, depresión que sino es detectada a tiempo las pueden orillar al suicidio.
Por lo cual el único remedio de estas personas en un poco de realismo, de humildad.

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