jueves, 4 de septiembre de 2008

Mañana será otro día - El Edén de la Delincuencia y Caso Martí

Mañana será otro día
El Edén de la Delincuencia y el caso Martí.
Por Antonio Alcaraz
Lamentable y preocupante es lo que se vive actualmente en nuestro país, una ola que nos aturde y llena de miedo, incertidumbre y ansiedad, me refiero a los actos impúdicos y demás atrocidades que se viven día a día en México: la delincuencia. Un asunto marginado y recubierto por las autoridades, que simplemente, hacen poco caso a estos hechos; pero eso si, ponen sus comerciales en la tele para pararse el culo, que ya decomisaron miles de pesos producto del narcotráfico y que atraparon quien sabe a cuantos cacos de la droga, es más hasta un submarino fue confiscado. Yo no se realmente si estas acciones estén encaminadas correctamente, pero lo que si me queda claro, es que las mismas autoridades pellizcan esas incautaciones y entregan cuentas equívocas de dichos operativos, y esto es una triste realidad pues la corrupción es el flagelo del México de ensueño.
Existe una estrecha vinculación entre el crimen organizado y la policía, y entro a un conflicto más profundo: el sueldo de los policías en México es modesto; lo que genera la búsqueda de una chambita extra, que lógico, les va a dejar más que su sueldo de funcionario público. ¿Y dónde creen que encuentran este apoyo?, claro, con “roberto” con “los amigos de lo ajeno”, el crimen organizado. Es un total descontrol, todos hacen sus “huevos al gusto”, cumplen sus deberes a medias, y en lugar de salvaguardar el orden, protegernos y resolver los delitos, penosamente dicho, pero es la realidad, a veces esos delitos los cometen ellos mismos. Y esto es el colmo, protegernos de los delincuentes y cooperar con la delincuencia, un trabajo nada fácil, ¿verdad?
El master de la delincuencia, me refiero al secuestro es ya el principal problema de seguridad en el país, pues México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en secuestros, rebasado por Colombia; y entre los estados que presentan mayor índice de secuestros se encuentran el Distrito Federal, el Estado de México, Guerrero y Jalisco, y para amolarla más, el 6% de los secuestradores detenidos en México son militares y policías, segu´n el UNIVERSAL
Una desconsolada realidad, pues en los últimos tres meses se dio un secuestro “fuera de lo normal”, (y al decir “fuera de lo normal”, lo digo por el peso político que se ha generado) El Caso de Fernando Martí, el joven hijo del empresario Alejandro Martí, dueño de las tiendas deportivas “Grupo Martí” y de la red de gimnasios de lujo SportCity. Este joven fue secuestrado a finales de mayo, con todo y chofer y escolta. El caso es que se pago el rescate, pasó casi dos meses y el joven fue encontrado muerto y en un avanzado estado de descomposición. El meollo del asunto, que para secuestrar al joven, los secuestradores se vistieron como policías y pusieron un retén falso para atraparlo en una calle del Distrito Federal. Este secuestro genero indignación en todos los ámbitos, y más porque se supo que entre los secuestradores están inmiscuidos policías en activo.
Esta presión política orillo al presidente Calderón a que propusiera una iniciativa, para castigar con cadena perpetua a los secuestradores en diferentes términos. Esta supuesta acción de acrecentar el periodo de castigo, no creo que pare los secuestros, pienso que seria mejor, una reorganización a las agrupaciones policíacas del país, se debe preparar y equipar eficientemente a las autoridades, darles herramientas y sofisticación. Al igual, por que no, darles un aumentito y lo principal sembrar una mejor cultura en las academias y en los cuerpos policíacos en actividad. Esto puede sacar adelante al país, pues con tanta violencia, los ojos de los inversionistas ya no se fijan en México.
El jueves 21, se llevo acabo la reunión de seguridad, encabezada por el presidente de México, donde se firmo un acuerdo para luchar con más eficiencia contra el crimen organizado. Y agarrándome de una frase que dijo el empresario Alejandro Martí: "Si no pueden, renuncien, pero no sigan ocupando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada”; es muy cierto esto, y este último mensaje va para toda la autoridad del país: dejen de rascarse la panza, ya pónganse a trabajar, pues esto urge, la tranquilidad personal es invaluable y necesitamos confiar otra ves en nuestras autoridades, en ustedes esta retomar esa confianza, por hoy lo que me consuela y me llena de esperanza es que “mañana será otro día”.

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