AGENDA PÚBLICA
Importante reflexionar
Por Perla Morales
Dada el reciente acto de violencia acontecido en el estado de Michoacán durante la celebración del 198 aniversario del inicio del movimiento de Independencia de México, es importante reflexionar sobre el problema de la corrupción dentro de los grupos policíacos, y sobre el hecho, aún más lamentable, de que miembros del gobierno tengan nexos con el crimen organizado.
De acuerdo con las autoridades del estado de Michoacán fueron cuatro sicarios, quienes vestían uniformes del Grupo de Operaciones Especiales, los que realizaron el ataque con dos granadas, las cuáles dejaron un saldo de siete muertos y 132 heridos, y dichas líneas de investigación apuntan a que los agresores pertenecen a la organización criminal conocida como La Familia.
Y es que las autoridades presumen que los motivos del ataque están relacionados con un reclamo por parte de la organización delictiva hacia los grupos policíacos y políticos que incumplieron algún acuerdo para operar libremente.
Sin duda puede presumirse que ciertos grupos delictivos actúan con plena impunidad porque cómo es posible que con tanto movimiento del ejército y de la policía, principalmente en la frontera norte del país, sigan cometiéndose ajustes de cuentas entre carteles, y en las estadísticas de decesos acumulados durante la llamada lucha contra el narcotráfico, las principales víctimas son, de acuerdo con el Centro de Información del diario Reforma, civiles.
Un problema más, es la poca especialización de los elementos policíacos, pues a pesar de que 100 ellos se encontraban, disfrazados de civiles, en la celebración patria de Michoacán, nunca detectaron a los sicarios, por lo que no hubo manera de evitar la muerte de las siete personas.
En la lucha contra el narcotráfico, la situación es similar, ya que más de 20 mil elementos de distintas corporaciones policíacas y el ejército mexicano participan en ella y desafortunadamente no mucho se ha podido hacer para disminuir la fuerza e impunidad con que operan los grupos delictivos.
Aunque el problema del crimen organizado en México al inició del gobierno de Felipe Calderón estaba dentro de los temas prioritarios en la agenda presidencial, los resultados han dejado miles de muertos, pero no resultados concretos en cuanto a disminución de los índices de violencia, ¿Acaso son muchas las dificultades para acabar con el problema? o más bien será que ¿hay mexicanos que han olvidado su patriotismo y optan por poner precio a la seguridad y tranquilidad de sus conciudadanos?
Importante reflexionar
Por Perla Morales
Dada el reciente acto de violencia acontecido en el estado de Michoacán durante la celebración del 198 aniversario del inicio del movimiento de Independencia de México, es importante reflexionar sobre el problema de la corrupción dentro de los grupos policíacos, y sobre el hecho, aún más lamentable, de que miembros del gobierno tengan nexos con el crimen organizado.
De acuerdo con las autoridades del estado de Michoacán fueron cuatro sicarios, quienes vestían uniformes del Grupo de Operaciones Especiales, los que realizaron el ataque con dos granadas, las cuáles dejaron un saldo de siete muertos y 132 heridos, y dichas líneas de investigación apuntan a que los agresores pertenecen a la organización criminal conocida como La Familia.
Y es que las autoridades presumen que los motivos del ataque están relacionados con un reclamo por parte de la organización delictiva hacia los grupos policíacos y políticos que incumplieron algún acuerdo para operar libremente.
Sin duda puede presumirse que ciertos grupos delictivos actúan con plena impunidad porque cómo es posible que con tanto movimiento del ejército y de la policía, principalmente en la frontera norte del país, sigan cometiéndose ajustes de cuentas entre carteles, y en las estadísticas de decesos acumulados durante la llamada lucha contra el narcotráfico, las principales víctimas son, de acuerdo con el Centro de Información del diario Reforma, civiles.
Un problema más, es la poca especialización de los elementos policíacos, pues a pesar de que 100 ellos se encontraban, disfrazados de civiles, en la celebración patria de Michoacán, nunca detectaron a los sicarios, por lo que no hubo manera de evitar la muerte de las siete personas.
En la lucha contra el narcotráfico, la situación es similar, ya que más de 20 mil elementos de distintas corporaciones policíacas y el ejército mexicano participan en ella y desafortunadamente no mucho se ha podido hacer para disminuir la fuerza e impunidad con que operan los grupos delictivos.
Aunque el problema del crimen organizado en México al inició del gobierno de Felipe Calderón estaba dentro de los temas prioritarios en la agenda presidencial, los resultados han dejado miles de muertos, pero no resultados concretos en cuanto a disminución de los índices de violencia, ¿Acaso son muchas las dificultades para acabar con el problema? o más bien será que ¿hay mexicanos que han olvidado su patriotismo y optan por poner precio a la seguridad y tranquilidad de sus conciudadanos?
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