miércoles, 1 de octubre de 2008

Cinetoscopio - Arráncame la vida, regrésame al pasado

CINETOSCOPIO
ARRÁNCAME LA VIDA, REGRÉSAME AL PASADO
Por Marcos Ávila Domínguez

Roberto Sneider en la nueva cinta que abarrotará los cines en estas semanas logra una extraordinaria adaptación de la novela de Ángeles Mastretta, en la cual podremos disfrutar de la actuación de Ana Claudia Talancón junto a Daniel Gimenez Cacho.

Cuando la adaptación de una novela a la pantalla grande es satisfactoria y razonablemente buena, cercana a tal y el sentimiento provocado es el mismo en el público que la lee y en el que la ve, dan ganas de leer de nuevo la novela, o leerla por primera vez en el caso de los que no lo han hecho.

Así ha sucedido con “Arráncame la vida”, segundo largometraje del director Roberto Sneider, adaptación de el éxito de Ángeles Mastretta, cuya historia nos relata la vida de Catalina Guzmán (Ana Claudia Talancón), niña rica de Puebla que vive en la década de los treinta y sus años al lado del general Ascencio (Daniel Giménez Cacho), cacique, macho, matón y político.

Pocas veces sucede que una película supera a una novela, de hecho nunca sucede, porque son dos géneros distintos, dos mundos aparte, y lo que en un formato se gana, en el otro se pierde. Cierta ocasión un escritor dijo que la película es la que debe pasar en la mente del lector de la novela, no la que pueda crear una compañía de filmación. Eso es cierto y aceptable, pero si estrictamente lo viéramos de esa manera no habría películas, pues primero hay que escribir para poder filmar.

Por ejemplo, en la película, Ana Claudia Talancón proyecta excelentemente el personaje de Catalina Guzmán, como muchachita y como mujer. Proyecta una imagen mucho más clara y limpia de cualquier suposición que surja de la novela. Tal parece que la joven actriz nació para interpretar este personaje, con su belleza infantil, es la imagen viva de una niña, inexperta en todo. Pero se queda ahí, en solo imagen, no como la novela que ahonda en el personaje de una manera más profunda.

Arráncame la vida se hizo con un presupuesto de 6.5 millones de dólares, tal cantidad enorme de dinero no fue invertida en los actores, sino en la recreación total de escenarios que nos condujeran al México pos revolucionario; esta película refleja vívidamente los malos tiempos en que vivía el país en ese entonces.

Vayamos todos a las salas a disfrutar de este México que muy pocas veces es proyectado de manera tan masiva y espectacular en el cine, muchas veces podremos verlo en fotografías sepia y literatura perdida, gracias al cineasta Roberto Sneider, y al fotógrafo español Javier Aguirresarobe, podremos disfrutar de un viaje al pasado, en nuestro propio país y con una historia fascinante.

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